Un guionista debe ser un buen narrador, atrevido y estudioso
Conversamos con el guionista venezolano Inti Torres sobre lo que él considera es el perfil de un guionista, a propósito del Diplomado en Guion
“Un guionista tiene que tener curiosidad por entender el alma humana, tiene que amar las historias”
Inti Torres es director, guionista y productor venezolano, ha sido ganador de varios premios nacionales e internacionales, por sus trabajos como: El Vuelo de los Cangrejos, Un momento de felicidad, La Jaula, (escrita para José Salaverria), entre otros.
¿Cuáles serían los rasgos más importantes de un guionista?
- Un guionista debe estar completamente desprejuiciado, debe deslastrarse de todo lo que da por sentado de cara al papel, tiene que tener curiosidad por entender el alma humana y amar las historias.
- Antes de asumirse como guionista, debe sentirse y ser un buen narrador, debe desarrollar una poderosa capacidad de fascinación sobre el otro. El meollo de este asunto es poder zambullir al espectador en una realidad alterna a la cotidiana, debe ser una persona sensible a lo ordinario y lo frecuente porque una buena historia puede salir disparada de cualquier lugar.
- Tiene que ser el más estudioso porque es la pieza clave y determinante de un equipo de rodaje, presenta la guía que seguirán todos. Sus palabras literalmente pesan, no es lo mismo decir “una manada de búfalos pasta al atardecer”, a escribir un diálogo donde los personajes digan que vieron a esos búfalos. Por tanto, tiene que ser comedido y cuidadoso en el uso de la palabra, porque cada cosa que escribe otros intentarán hacerla realidad.
- Hay que ser atrevido y no tener miedo nunca, debe gustarle ver los abismos.
- Ser puntual y cumplir con las fechas estipuladas. Todo buen guionista siempre se atrasa, por lo que también hay que ser bueno para pedir disculpas.
Si de inspiración se tratase, ¿cuáles son los principales elementos que accionan al desarrollo de un guion?
No hay una fuente precisa para realizar una historia. Ayuda ser un buen lector, conocer todo tipo de narradores; no deben ser guionistas, solo grandes contadores de historias. Pueden salir de cualquier parte, una buena historia puede nacer de un crimen que has cometido o que alguien hizo, pero también de algo que leíste o alguna historia que escuchaste.
Historias maravillosas hay en todas partes, pero no todas valen la pena ser llevadas al cine. Es allí donde viene la profesionalización, cómo construyes esas historias en algo que valga la pena y es allí donde entra el asunto de estudiar. Esa parte técnica para la confección de historias es la que tienen los grandes guionistas.
¿Para ti el guion es una guía estricta o permite flexibilidades dentro del set? ¿Entregas los guiones a los directores o sueles acompañar el resto del proceso?
En mi experiencia que no es poca, en la que he tenido la suerte de hacer bastante ficción, han habido directores que lo siguen estrictamente, y en otras lo cambian muchísimo. Todo depende del director y la casa productora, a mí me gusta acompañar el proyecto incluso hasta el montaje.
Hay guionistas que no les gusta el set, pero para mí es muy útil al momento de resolver cosas en tiempo real, el papel lo aguanta todo, pero cuando estás allí llevándolo a la realidad, te das cuenta que un diálogo que pensabas que era una maravilla, quizás no lo sea cuando lo escuchas del actor. Si no es como lo imaginabas, puedes llamar al director y cambiar ciertas cosas.
¿Cómo pasar de la anécdota al guion?, nos podrías comentar algunos tips para esta transición
Esa pregunta es interesante porque define a un contador de historias profesional de cualquier vecino que te cuenta una. Si yo saliera de mi casa en este momento, estoy convencido que casi cualquier persona podría contarme una historia extraordinaria de su vida, de su tía o de su amigo, pero eso no quiere decir que sea apta o valga la pena escribirla o llevarla al cine.
Por supuesto esos relatos te pueden dar el punto de partida para que comiences a diseñar o armar un guion, y muchos podrían salir hasta de los sueños.
Yo creo que para escribir un guion es necesario tener claro el concepto que estoy desarrollando, verlo cada vez con más precisión y como todo se va construyendo alrededor. Suena simple pero a veces lleva años desarrollar un concepto y desarrollarlo para otro, que es otro tema.
“Lo mejor que le puede pasar a un escritor es una cuarentena, aunque suene horroroso”.
¿Se te ha hecho productiva esta cuarentena? ¿Cómo crees que podría un estudiante de cine aprovechar al máximo el enclaustramiento?
Lo mejor que le puede pasar a un escritor es una cuarentena, aunque suene horroroso. -risas-
Cuando revisas la historia de las historias, te das cuenta que en muchos momentos similares a este, la gente escribió muchísimo. De hecho es el mejor momento para escribir porque no puedes hacer muchas otras cosas.
Mi recomendación general, no sólo para los guionistas, es que este es un buen momento para pensar. Es ideal para escribir, sea lo que sea, ese cuento, poema o ese guion que siempre quisieron escribir.
Nunca había tenido tanto volumen de trabajo, me imagino que como no se puede salir a grabar, los cineastas pensaron “es tiempo de buscar a los guionistas.
Un mensaje a los estudiantes y lectores de la página de la Escuela Nacional de Cine
Es bellísimo que estudien porque se van a encontrar a mucha gente que está haciendo lo mismo que ustedes. Todos comparten ese deseo entrañable de construir una película y la Escuela es muy buen lugar para estar, porque además en el cine dependemos muchísimo de las colaboraciones del otro.
Les recomiendo leer, amar el arte, ya que el séptimo arte, incluye todas las demás, es imposible que un guionista no disfrute de la música, el arte, la literatura. Definitivamente, hay que ser un apasionado por todas las historias que están en los lugares del arte.
Fuente Autor: Sofía Armand Cáceres. Estudiante Diplomado en Dirección Cinematográfica - ENC
Fecha Inserción: 2020-09-28
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